PYMES VALIENTES QUE MIRAN MÁS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS PARA SEGUIR CRECIENDO

La internacionalización, la exportación, la digitalización y la diversificación son cuatro de los ingredientes más importantes a la hora de estabilizar la facturación de una empresa. Se trata, sin duda, de una estrategia fundamental para la supervivencia y buena salud de cualquier compañía, pero mucho más, si cabe, cuando hablamos de pequeñas y medianas empresas (pymes) y de momentos de incertidumbre como los que vivimos debido a la crisis de la Covid-19.

Mirar más allá de nuestras fronteras, ver las debilidades y las fortalezas que puede tener un negocio, independientemente del sector, así como ir de la mano de socios fuertes a nivel internacional también son aspectos a tener en cuenta si una pyme decide exportar sus productos y/o servicios, así como instalar delegaciones en países estratégicos.

Pero, además, a todo ello debemos añadir perseverancia, mucho trabajo, asesoramiento y visión de futuro. Sobre ello pone el foco, entre otras cosas, Salvador López, director general de Criado y López, una compañía almeriense con más de 30 años de vida que fabrica materiales para la agricultura protegida y que lleva dos décadas con presencia internacional.

“Somos una empresa familiar, la montamos hace tres décadas mi suegro y yo, y decidimos llevar nuestros productos a otros países en el año 2000. Al principio nos movíamos a nivel local, luego nacional, pero vimos que para tener una facturación lineal en la empresa debíamos diversificarnos porque nuestra actividad tiene mucha estacionalidad, es decir, seis meses con mucha facturación, pero otros seis meses la actividad era muy baja”, explica con detalle el empresario.

Actualmente, está presente con delegación propia en México, Marruecos, Chile y Perú –donde se instalaron hace dos años–, pero exportan a más de 20 países. Parte del éxito de esta pyme española, según detalla López, fue tener visión a largo plazo y anticiparse. “Somos hijos de agricultores, procedentes de El Ejido (Almería), y con nuestra experiencia pudimos visionar que los cultivos iban a necesitar ser protegidos por varios motivos: el cambio climático, la presión de las plagas y la alta necesidad de alimentos para cubrir la demanda de toda la población que, por otro lado, se ha duplicado en número desde los años 70”.

Un mercado internacional que, por otro lado, supone en este momento el 35% de las ventas de Criado y López. “Estamos satisfechos, la verdad”, aunque reconoce, no obstante, que “los inicios fueron duros por la falta de experiencia”. Por ello, explica, “fuimos de la mano de proveedores, clientes y entidades financieras con peso global, como Banco Santander, para, poco a poco, llegar a mercados que desconocíamos”.

AMPLIAR NOTICIA en OKDIARIO / ENLACE DIRECTO